skip to main |
skip to sidebar
Soy un guardador de rebaños.El rebaño es mis pensamientosy todos mis pensamientos son sensaciones.Pienso con los ojos y con los oídosy con las manos y los piesy con la nariz y la boca.Pensar una flor es verla y olerlay comerse una fruta es conocer su sentido.Por eso cuando, en un día de calor,me siento triste de disfrutarlo tanto,y me acuesto estirado en la hierba,y cierro los ojos calientes,siento a todo mi cuerpo acostado en la realidad,sé de verdad y soy feliz.Alberto Caeiro (Fernando Pessoa. 1888)Desde Lisboa...
Sin escapar, sin escapar,el comienzo escribe la renuncia de las ilusiones,un encuentro que no será del todopara que la libertad eche a volar, paloma del olvido.El aire se movió y reordenó el pasadocon una precisión de historia.El tiempo se rompió una vez máshaciendo cuentas,y el siglo desmayado de ausenciaexprimió la cifra redondeada del 2000mientras el acontecimiento se burla de mi asombroy tambaleo una vez más en el espacioproque no sé si es necesario preguntarme,si partir o quedarme, ahora que la tierrase transformó en un número.Un siglo más, que un siglo más,y la cadencia estalla en el cielo a medianocheen luces de colores, en formas fugaces que se disuelvenfrente a la inalterable brillantez de los astrosque en un liviano hacer me liga a la grandeza.De ahora en más,en este fin de sigloel último estallido decapita el ayer,caen dos fichas,se pone todo en ceropierdo el dolory gano una expansión inabarcabledonde existiré tal vez apenas,ligámenes de luz que me sostienen,sonoridades de una voz que grita al mismo tiempo,un siglo más.Que un siglo más. Norma Menassa (1938)