miércoles, 2 de diciembre de 2009

BIOGRAFÍA DE UNA MUJER IMPOSIBLE. Capítulo 13. Psicoabisal

La oscuridad no era tal, sólo era el efecto de mis ojos cerrados, el estruendo infernal que me dejaba sorda tampoco era una entidad, sólo era el ruido de mi boca cerrada, y el malestar corporal no era sino la ausencia de los contornos de mi cuerpo. ¡Habla -dijo S.F.- y se hizo la luz! ¡Escribe -dijo M.O.M.- y se hizo la vida!